Inicio de Érase una vez
Érase una vez comienza debido a la extinción de la lectura; viendo como los libros (de cualquier estilo) son tirados, donde no se ve la importancia y el valor que tienen estos. Entre charlas con diferentes profesionales se llegó a la conclusión de que mucha gente no sabe el potencial que los libros llevan consigo y es por eso que es algo común encontrar obras con valor inexplicable tiradas en la basura. Esto no pasa solo en un sitio, sino que ocurre en miles de ciudades, y en las más grandes, incluyendo a la Ciudad de Buenos Aires, entre otras.
Este proyecto intenta darle una segunda vida útil a los libros, pudiendo llegar a otras manos de forma accesible. Es por esto que se menciona en repetidas ocasiones la parte ecológica que conlleva Érase una vez.
En sus inicios este iba a ser un servicio de simples donaciones de libros a diferentes instituciones educativas, salitas y hogares que lo necesiten; pero surgió la idea de llevarlo un paso más allá e incorporar las bibliotecas al paso. Las bibliotecas siguen apostando al enfoque sustentable del proyecto pero también proporciona mayor accesibilidad de los materiales de lectura.